Son la nueva moda, están por todas partes y no sabemos muy bien por qué. Los baberos de pico o bandana son tendencia. Vamos a hacer un repaso por la historia y la necesidad del uso de baberos en la crianza del bebé. ¿Sabes cuántos tipos de babero hay? ¿Sabrán nuestras abuelas que hay varios tipos de babero hoy en día?
Siempre se han usado telas para proteger a los bebés. Para abrigarlos y calmarlos usamos arrullos de telas blandas, suaves y acogedoras como la muselina, el algodón, ahora también de origen biológico, el de forro polar, el de coralina y hasta de rizo, como las toallas.
Los baberos tienen ahora tantos modelos como colores, utilidades y fines que, como el babero de pico, nos tienen un poco intrigados porque, si bien recuerda a la gasa cuadrada doblada en triángulo que sería tanto de babero como de pañal, su tamaño actual no parece adecuado para su fin, que es el de recoger babitas y evitar que se ensucie la ropa cuando el bebé come.
¿La moda por encima de la practicidad?
Puede ser. La moda nos hace integrar cosas increíbles que pueden llegar hasta ser imposibles de llevar con tal de lucir a la última, si pasa con los vestidos de flamenca ¿por qué no va a afectar también a algo tan cotidiano como un babero?
Las ultimas aplicaciones sobre manualidades, estilos y modas cubren casi al completo nuestra pantalla de móvil. Las tiendas online, talleres, tutoriales de manualidades, espectaculares fotografías sobre baby shower y aplicaciones donde la imagen de tu bebé tiene que ser la más votada de las redes, están en boga.
Los baberos pico son un accesorio más que una herramienta, aunque dependiendo del modelo puede ser más práctico de lo que parece. ¿Cómo son? Los baberos pico con, como su nombre indica, un triángulo que, a diferencia de los baberos clásicos que van atados con cintas, tienen un cierre con botones de presión en la zona que da a la nuca del bebé.
Lo que nos llama la atención es su tamaño. El hecho de ser una pieza entera triangular, aunque a veces va recortado haciendo la forma del cuello, pliega el atuendo restándole superficie de cobertura. El fin de un babero es cubrir la ropa para evitar que se moje con la saliva o con la comida, leche o papilla que pueda caer sobre ella mientras alimentamos a nuestros pequeños.
¿A qué edad usar babero?
Los primeros días de vida de nuestro bebé nos harán darnos cuenta de si nos hemos pasado con el ajuar o si nos hemos quedado cortos. Menos mal que hoy tenemos de todo a golpe de clic. Al principio querremos ponérselo todo, los regalos primero para hacer honor a la generosidad de los que quieren darle la bienvenida. Puedes empezar por usar un babero de hombro pues es donde abrazaras a tu bebé para que expulse gases y posiblemente alguna regurgitación muy común a esa temprana edad.
Los primeros seis meses usarás los baberos de algodón, más finitos porque solo serán para las babitas y como complemento de los pololos y los conjuntos tan bonitos que lucen a esa edad. Son los que tienen forma de media luna y se atan con cintas detrás de la cabeza, pero ahora tenemos también los baberos de pico, con cierre de botón, clic o velcro, siendo el último mi preferido por no necesitar ni nudo ni presión.
De los seis meses al año vas a tener que usar baberos más grandes, que cubran hasta la pancita y absorban mejor los líquidos, como los de rizo, o los impermeables, como los baberos de silicona. De silicona los hay hasta con bandeja que recoge lo que se va escapando le la boca del bebé.
Y hasta más o menos los dos o tres años puedes usar los baberos con mangas o los baberos poncho pues ya no sirven solo para cuando comen sino también cuando dan rienda suelta a sus aptitudes como artista tanto en pintura como en escultura. ¡Dejen trabajar al artista!
Babero de pico versus babero tradicional: ¿cuál es mejor?
Los bebés no controlan ni movimientos ni regurgitaciones ni echarse comida a la boca con puntería así que algo había que hacer para evitar lavar prendas de bebé que hace años eran poco numerosas. Hoy, que tenemos acceso a herramientas como biberones anticólico y hasta chupetes para fruta que impiden los desastres pringosos de los pequeños tragaldabas, tenemos una variedad infinita de prendas de vestir y, como no, baberos.
Quizás porque son distintos a los clásicos baberos, los de pico, nos gustan. Son atractivos, dan una sensación de frescura y travesura a los bebés con aires más modernos y joviales. Yo lo que veo es que la media luna clásica que no pasa del ombligo tampoco sirve para evitar manchas, aunque quizás sí para recoger baba que creo que es la misión de los de pico.
El hecho de estar tan pegado a la garganta puede requerir cambiarlos a menudo para evitar que vayan con el cuello mojado y cojan frío, pero al no cubrir los hombros facilita el movimiento de alzar los brazos tan típico de nuestros retoños.
¿Un complemento de moda? Siempre. Triangular con el recorte hecho para que no se pliegue es el complemento ideal que puede ir a juego con una gorra, unos patucos o con el jersey porque sus dibujitos y su diseño quedarán perfectamente visibles.
Una cucada en toda regla
Vienen en paquetes de dos, tres, siete. Suelen ser de unas telas blanditas y aterciopeladas con dibujos o diseños pastel por un lado y paño de rizo por el otro, perfectamente lavables con las demás prendas de ropa en la lavadora y a veces ni siquiera van a requerir de un planchado.
Los clásicos son más de llevar bordados de algunas manos amorosas que hacen verdaderas obras de arte cosiendo con hilos de colores, personalizando con muñecos típicos y siempre, siempre, con el nombre del bebé. Preciosos recuerdos que solemos no usar por miedo a destrozar la obra de arte al mancharlo, lavarlo o plancharlo, así que suelen acabar intactos en un cajón, con sus cintas de raso, y hasta pasará de generación en generación como un tesoro inmaculado.
Los baberos pico no infunden tanto respeto, tenemos muchos, se quitan y ponen con un clic y sus materiales son batalleros. Además, hacen juego con todo porque si no cuadran con lo puesto dan un aire cowboy a los peques de lo más gracioso. Babero de pico aprobado por monísimo.