
Son de gran ayuda en las primeras etapas y el regalo perfecto para todas las edades. Los pies son fuentes de información para el desarrollo del niño, por eso nos decantamos por estos calcetines antes de tener que usar calzado. Es importante saber elegir unos buenos calcetines antideslizantes para bebés.
La sensibilidad de los pies aquí es la clave. Si bien para muchos pediatras lo ideal es que los bebés caminen descalzos todo lo posible, no queremos que se nos resfríen. Así, la solución es usar patucos o calcetines para proteger sus pies.
La elección debe hacerse según la edad, el tipo de piel y las posibles alergias de tu hijo. Desgranamos la importancia de equipar a los niños con calcetines antideslizantes a cualquier edad y en cualquier época del año.
¿Cómo evolucionan los pies de tu bebé?
Los bebés nacen con los pies redonditos porque tienen una capa de grasa que no deja ver la forma del arco plantar. Al nacer miden unos siete centímetros y crecen despacio el primer año, pero luego le cogen el tranquillo y es un no parar hasta la adolescencia.
Los pies de los bebés tienen muchos receptores sensitivos, como hemos dicho. Esto significa que por los pies entra muchísima información, necesaria para el desarrollo tanto motor como intelectual del niño. De ahí la importancia de dejar sus pies descalzos hasta que empiecen a caminar, y con gran libertad de movimiento.
A los tres meses empiezan a explorar su cuerpo, empiezan a crear la imagen de sí mismos. Jugar con sus pies y sus manos, tocarlo todo con ellos, metérselos en la boca va haciendo que preparen su equilibrio, que madure su sistema nervioso y su identidad. Por eso, salvo en la calle o con mucho frío, usamos de preferencia unos calcetines antideslizantes para bebés que gatean o ya andan.
Calcetines que evitan accidentes
La seguridad de estos calcetines se basa en llevar algún tipo de goma adherente en la suela, dando agarre a los pies a la hora de caminar o gatear. Y es que los diseñadores de estos calcetines lo han pensado todo: puntos, corazones, ondas o dibujos de goma tanto en la suela como en el empeine e incluso hasta la rodilla. Esto hace que el bebé no resbale y acabe chocando contra el parqué mientas aprende a controlar su cuerpo.
Más adelante, unos cuantos puntos de goma, a poder ser de colores y diseños bonitos ya que estamos, serán suficientes para que el pequeño pueda empezar a andar sin peligro de deslizarse y tener un accidente contra los muebles o el suelo.
Su función principal es la de evitar caídas y en aislar del frío suelo, tanto en bebés como en adultos. Evitan que se mojen los pies si ha caído algún líquido y que resbalen, claro. Os advertimos de que si le quedan grandes se saldrá el pie y podrán tropezar con el sobrante; sobre esto, ¡sigue leyendo!
Aspectos a tener en cuenta para elegir bien
Lo primero que tenemos que tener en cuenta para elegir los calcetines antideslizantes para bebés es la edad del niño. De recién nacidos no notan la presión que puede ejercer un calcetín demasiado pequeño, no se van a quejar si les aprieta, cuidado con los tamaños. Elige calcetines o patucos que sean gorditos para evitar que se hagan daño si golpean con los pies los barrotes de la cuna.
Tallas 15/18, 19/22: Cuando empiece a gatear, que será más o menos desde los cuatro meses, puedes hacerte con calcetines con puntos de goma en el empeine y en la suela o calcetas que llevan el antideslizante hasta las rodillas. El pequeño explorador irá protegido contra el frío y los aterrizajes indeseados, al tener agarre en toda la zona que toca el suelo.
A partir de los nueve meses pueden empezar a sostenerse de pie y caminar ayudándose con muebles o algún correpasillos. Aquí son ideales los calcetines con suela y puntera de goma tanto para casa como para el parque, ¡claro que sí!
Tallas 23/26, 27/31: Cuando el peque ya tiene dos o tres años, lo que más nos puede llegar a preocupar son las carreras (sobre todo al borde de la piscina). Esas superficies mojadas aumentan el riesgo de caída convirtiendo un día de veraneo en un sin vivir. ¡Buenas noticias! Hay calcetines antideslizantes para el verano, con colores alegres que incluso dejan asomar los dedos, que aseguran el agarre de sus pasos por la zona acuática.

¿De qué están hechos?
A la importancia de permitir que los peques sientan con libertad y seguridad el mundo que les rodea hay que sumarle la inquietud por la buena calidad de sus prendas. La piel de los pies de tu bebé es sensible por definición, tiene que serlo para que perciba, crezca y madure. Es muy importante cuidar de qué está hecho todo lo que entre en contacto con el niño.
Los calcetines de algodón son los más comunes. El algodón se puede usar todo el año porque protege del frío. También protegen del calor dejando que transpire el calcetín y evitando así que sude el pie. Los de lana son más propios del invierno, más densos y ofrecen mayor protección contra el frío y los golpes. La tela acrílica es muy ligera y cómoda por su elasticidad.
El antideslizante es de goma o de silicona; de su calidad depende que no se desprendan enseguida (lo mismo pasa con los colores, piensa que vas a lavarlos muy a menudo). Si empieza a caminar y no quieres ir directamente a por zapatos, los patucos de cuero también son buena opción.
Sea cual sea la materia, lo más importante es asegurarse que tras llevarlos un rato no ha provocado rojeces o picores. Comprueba que tengan su marcado CE y sean materiales antialérgicos y libres de productos tóxicos. Deja a tu niño explorar, tocar, pisar y disfrutar de la vida a manos llenas…y a pies también.