
A ellos les molesta poco la lluvia, lo importante para los niños es jugar al aire libre sin impedimentos. Pero nosotros los padres a la hora de elegir un chubasquero para niños tenemos que pensar en su comodidad además de en su protección del agua (y del viento, que también puede ser muy molesto).
El paraguas es divertido, pero la experiencia nos demuestra que el chubasquero le da mil vueltas cuando su usuario necesita libertad de movimiento y, cuando son muy peques, su entorno no es precisamente lo que mejor controlan a la hora de tener un paraguas abierto en la mano.
Daremos un repaso a los distintos modelos, colores, diseños y accesorios que encontrarás durante tu búsqueda del chubasquero de niños ideal. Además de ajustarse a los gustos, hay que analizar la eficacia, los materiales y el medio en el que van a ser utilizados. A disfrutar el temporal.
Ropa de agua para ir secos
La reacción de un niño al ver cómo llueve dista mucho de la que suele tener un adulto. Aunque en el fondo todos deseamos saltar sobre los charcos, tendemos a pensar en protegernos del agua y proteger a los niños como si lo que lloviera fuera lava.
La compra de un chubasquero para niños implica la adquisición de unas botas de agua también, o no habremos hecho nada. La ropa y los calcetines tienen que estar bien secos, más si no estamos en casa para poder cambiarlos, y así evitar catarros que nos fastidien el fin de semana.
Bailar, correr y jugar bajo la lluvia, en algunos lugares de nuestra geografía, no es algo extraordinario. Hay sitios donde la lluvia es una constante que no sorprende y hay otros en los que se celebra por su escasez. En ambos casos presta atención a los detalles si no quieres que tu niño se empape para salir corriendo a jugar.
¿Pescador o alpinista?
Aunque hemos visto pasarelas de modelos de impermeables glamurosos bajo lemas como Plastic is fantastic, hay una variedad mucho más enorme en chubasqueros para niños y ahora que nos atrevemos a usar todo tipo de personajes para estampados y extensiones, más.
Los hay de una pieza con corte abrigo, con botón o cremallera, y están los de dos piezas, formado por un cubrepantalón y una especie de sudadera con capucha. También hay chubasqueros para niños que parecen monos para la nieve pero sin el relleno, finitos, para que la ropa que viste el niño quepa debajo.
Capucha deben llevar todos porque la idea es no necesitar paraguas, claro… Pero la capucha puede ser de muchas maneras. Las hay como las de los capitanes de barco de los cuentos que parecen casi rígidas; las hay con visera transparente a continuación de la capucha; las hay tipo gorra, o a lo alpinista, con un cordón que ajusta el borde de la capucha a la cara dejando solo a la vista ojos, nariz y con suerte la boca.

Un chubasquero para llevar
Parece que más que de chubasqueros para niños hablamos de comida rápida, pero no, es que hay chubasqueros que tienen bolsillos y chubasqueros que te puedes echar al bolsillo. Nosotros aconsejamos que los bolsillos sean interiores…adivinad por qué.
Evidentemente, los bolsillos exteriores se van a llenar de agua. Una vez hecha esta observación más práctica que estética, comprobaréis que raro es el chubasquero para niños que no lleva bolsillos sin solapa y además bien grandes.
Los modelos más batalleros vienen empaquetados. Están los chubasqueros que van en una bolsita y los que se envuelven en sí mismos y acaban siendo la bolsita. Luego está el chubasquero de emergencia que parece en sí mismo una bolsa recortada como una capa o poncho.
Dinosaurios y tiburones bajo la lluvia
No, no es Halloween, solo está lloviendo, y lo que ves por la ventana es el desfile de chubasqueros y ponchos divertidos que lucen los más osados. Lejos del clásico impermeable amarillo de marinero te puedes encontrar con todo tipo de personajes.
Capuchas con orejas de ratón o hileras de dientes, crestas de placas romboidales a lo estegosáurido y colas de dragón, son esos detallitos que ayudan mucho a que a nuestros peques se les quite la pereza que da salir con el frío de un día lluvioso.
Eso sí, asegúrate de que la prenda ofrezca la impermeabilidad que necesitas, porque no todos los tejidos aguantan lo mismo y todos acaban cediendo a la presión del agua. Fíjate también en su capacidad para transpirar, porque si el niño no se moja con la lluvia, pero acaba sudando como un pollo asado estamos en las mismas. Ojo a las etiquetas.
Semillas para la lluvia
Para los que pensáis que ya hay bastante vinilo en el mundo, hemos descubierto un chubasquero para niños, que también para adultos, hechos de un de fantastic bioplastic, una idea muy ecológica que llama la atención hasta por sus estampados de semillas.
El tejido está hecho a base de almidón de patata e incluye como detalle unas semillas para que, en vez de tirarlo a la basura cuando dejes de usarlo, que se puede, ¡lo plantes y veas como desaparece el chubasquero y crece la semilla!
Estos chubasqueros son más de tipo capa como los que se dan en los parques de atracciones, que son más de usar y tirar. Es una buena opción para tener en el coche o en el bolso por si llueve, pero no para sustituir a los impermeables de toda la vida.
Nunca llueve a gusto de todos, pero a todos nos gusta elegir esas prendas extraordinarias que pueden transformar un fenómeno meteorológico aburrido en una fiesta de colores y disfraces dignas de un bailoteo a lo Gene Kelly. Pero sin paraguas.