En los últimos años ya no es extraño para nadie oír hablar de la opción de los pañales de tela reutilizables para nuestros bebés. Los nuevos patrones de consumo que poco a poco se abren camino en nuestra sociedad han hecho que esta opción, hasta hace poco minoritaria, gane adeptos a pasos agigantados.
Si estás pensando que esto es una vuelta atrás… Bueno, sí, pero no. Es decir, este tipo de pañal se inspira en los pañales tradicionales que usábamos hasta no hace tanto tiempo (aunque ahora nos parezca que se remonten a la noche de los tiempos, preguntad a vuestras madres), pero incorpora las mejoras lógicas propias de nuestros días.
Con la llegada de tu bebé a la vuelta de la esquina, es la hora de decidirse. Aquí no vamos a hablarte de marcas concretas, sino de las ventajas y desventajas de los pañales reutilizables de tela.

¿Qué son los pañales de tela reutilizables?
Antes de nada, ¿tenemos claro en qué consiste un pañal reutilizable de tela? Porque no es simplemente un trozo de tela que se sujeta de cualquier manera, se lava y vuelta a empezar. Hoy encontramos en el mercado diferentes modelos con preciosos diseños y, sobre todo, características que los hacen más prácticos y funcionales.
Estos pañales pueden ser de una sola pieza, pero normalmente se componen de dos partes. Por un lado tenemos el pañal en sí, la pieza que todos reconocemos como un pañal, con la forma que le permite adaptarse al cuerpo de nuestro pequeño. Por otro lado tenemos el absorbente, un accesorio que se coloca en un bolsillo dentro del pañal y que, como ya te imaginas, tiene la función de absorber la humedad.
Además, los pañales cuentan con elementos de ajuste. Nos referimos a los cierres superiores, que se ajustan a la cintura del bebé, y que suelen ser velcros o corchetes; y a los cierres inferiores, que se ajustan a las piernas del bebé, y que normalmente son gomas elásticas, pero que también pueden ser cintas de tela para anudar.

Ventajas de los pañales de tela
Nos gusta ver el lado más alegre de la vida, así que empezamos por las ventajas de los pañales de tela.
Menor impacto ambiental
No te imaginas lo que contamina un pañal. Se estima que mil pañales producen unos 200 kilos de residuos no recuperables (y cada niño utiliza a lo largo de su vida, agárrate, unos 5000 pañales). Los reutilizables son llamados también pañales ecológicos por algo.
Esto tiene mucho que ver con los materiales que se emplean en la fabricación de pañales desechables, en su mayoría sintéticos derivados del petróleo. Plásticos, vaya. Los reutilizables están hechos casi en su totalidad de fibras vegetales: algodón, bambú, cáñamo…
Piel más sana
¿Te imaginas pasar horas y horas con tus partes pudendas envueltas en un trozo de plástico? Si fuera lo ideal, se haría la ropa interior del mismo material. Pero no. La transpiración es menor, con las inevitables repercusiones en cuanto a roces e irritaciones.
Para los bebés con piel atópica, los pañales de tela pueden ser sencillamente una bendición, evitándoles un montón de molestias y dermatitis, con su retahíla de visitas al pediatra, cremas industriales y caseras, consejos de abuelas, etc.
Facilidad de ajuste
Con los años, los fabricantes han sabido solucionar de manera bastante satisfactoria el problema esencial de este tipo de pañales: el ajuste. Los de nuestras abuelas se sujetaban con imperdibles o gruesos nudos, incómodos, poco fiables y hasta peligrosos.
Los pañales de tela de la actualidad recurren a varios sistemas de fijación y ajuste, pero los más habituales son las gomas elásticas, el velcro y los corchetes. Además, hay que tener en cuenta que muchos fabricantes ofrecen varias tallas.
Ahorro económico
¿Crees que los pañales desechables de tela son caros? Eso es solamente si pensamos a corto plazo. A la larga, el ahorro puede llegar a ser muy considerable, de hasta el 50 %. No es broma, teniendo en cuenta que los bebés suelen usar pañal hasta los tres años.
Tómatelo como una inversión. Y piensa que, si tienes más hijos o si vendes tus pañales de tela cuando ya no vayas a usarlos más (una práctica más habitual de lo que quepa imaginar), el ahorro será todavía mayor.
Desventajas de los pañales de tela
Y ahora, como no hay cara sin cruz, las desventajas que solemos encontrar en los pañales de tela.
Lavar y lavar
El primer problema, como es de esperar, es que hay que lavarlos. Y conviene hacerlo por separado, no junto con el resto de tu ropa, por lo que no lógico es acumular unos cuantos para llenar la lavadora (sí, al que inventó la lavadora habría que ponerle una estatua).
Esto implica un par de detalles más. Por un lado, tendremos que guardar los pañales sucios de forma adecuada para evitar olores indeseables (hay quien opta por un prelavado inmediato; buena idea). Por otro, tendremos que tener suficientes pañales de repuesto.
Cuestión de comodidad
Habría que preguntarle al bebé, pero para los papás desde luego son más trabajosos. Hay que cambiarlos más a menudo que los desechables porque su capacidad de absorción es menor. Y a veces abultan un montón, si recurrimos a gasas o con bebés pequeños.
Para los padres novatos, además, suelen resultar más complicados de poner, aunque esto es como todo, cuestión de práctica. Por todo ello, no es raro que se combine el uso de pañales desechables y de tela, sobre todo al principio.
¡Atención, una fuga!
No vamos a engañarnos, con los pañales de tela hay más posibilidades de fugas que con los pañales desechables, tanto por su propia capacidad de absorción como por nuestra habilidad a la hora de ajustarlos.
Como decíamos más arriba, los fabricantes son conscientes de este hándicap y a día de hoy los últimos modelos de este tipo de pañal ofrecen bastantes garantías. De todas maneras, si tu hijo es de esos que no se están quietos ni durmiendo, prepárate.