Los niños son especialistas en mancharse, no porque busquen hacerlo y lo consigan, sino porque forma parte de su aprendizaje. Hemos venido a contarte las bondades de la ropa reversible para niños, ¿no te suena? Abre bien los ojos.
Cuando pensamos en salvar la ropa de los niños de las posibles manchas que se producen al comer, pensamos en los baberos. Los hay de tela y no nos extrañará encontrarnos con uno en tela estampada por un lado y tela de rizo por el otro, o directamente dos caras, una con dibujo y otra de un color complementario.
Pero pocos pensamos en que la ropa también puede tener dos caras y evitarnos llevar montones de ropita en la bolsa que ya contiene todo el kit del bebé: pañales, juguetes, muselinas, biberones, termos, gorrito, cambiador portátil, botella de agua, toallitas, crema, barra de árnica, ¿a que podríamos seguir enumerando objetos? Lee y disfruta del descubrimiento.
La ropa reversible vale por dos
Las prendas de ropa reversible para niños están hechas con imaginación y buen gusto, pero sobre todo están pensadas con ingenio. Imagina que el peque se mancha de fruta la camiseta, intentas arreglarlo dándole la vuelta porque no te has traído otra de recambio, en efecto, un desastre.
Luego está la táctica de meter por dentro la muselina y frotar con toallitas, buen intento, muy de abuelas.
Ahora imagina que la tela del dobladillo del peto en realidad esconde un peto limpio… Es posible, se llama ropa reversible y lo es porque ambos lados están cosidos de manera que no se ven las costuras ni las etiquetas, formando así un nuevo conjunto que deja la mancha en el interior y al niño impecable sin pasar por casa.
Las ranitas, el cubrepañal y el babero son prendas que estamos acostumbrados a ver como ropa reversible para niños, o sea con dos caras. Te invitamos a descubrir el armario del futuro en el que guardas el doble de outfits con la mitad de prendas. ¿Cómo no haberlo pensado antes? Son prendas mullidas y con unos acabados de lo más tierno que te harán ganar espacio, tiempo y disgustos, ¡ah, y vueltas de lavadora!
Abrigos, sudaderas, pantalones y monos
Las cuatro prendas más prácticas deben ser reversibles. Lo que más espacio ocupa en un bolso de bebé tiene que ser un abrigo, por eso te aconsejamos que pienses en hacerte con uno reversible. Es que a nadie se le ocurre llevar un abrigo de recambio.
Si se mancha o se estropea de alguna forma y no estás cerca de casa, le quitas el abrigo al niño, o e poncho reversible, lo limpias un poco, le das la vuelta como a un calcetín y voilà, abrigo listo para seguir batallando.
Cuando no hace tiempo de abrigo la sudadera es su mejor remplazo. Son más cómodas que un abrigo y a veces el reverso va de forro polar añadiendo protección térmica a la prenda. Queda genial la capucha de dos colores, y al darle la vuelta se intercambian dando lugar a una nueva sudadera.
El pantalón y el mono como ropa reversible para niños tienen en común dejar ver la otra tela en el dobladillo del bajo. Los pantalones también suelen llevar la goma de la cintura o los tobillos de un color liso, ayudando así a combinar mejor con la camiseta que lleve en caso de haber manchado accidentalmente las rodillas, por ejemplo.
Las dos caras de la lluvia
Para los que vivís en zonas lluviosas o para el otoño del resto de los mortales, siempre está bien tener un impermeable. Que ese impermeable sea de tela encerada por un lado y forro polar por dentro no siempre lo convierte en reversible pero sí es muy práctico, al ser telas más finas que un plumas o tela de lana, favorece la libertad de movimiento de nuestro peque bajo la lluvia.
Un chubasquero con dos lados y sin costuras puede ser el mejor aliado contra el frío y la humedad. Existen forros para las botas, que, aunque no las hace reversibles, ayuda a completar un look otoñal sin pasar frío. A veces ponemos esas prendas a los muy pequeños que aún no andan y debemos pensar también en su comodidad y su seguridad. Los gorros son los complementos reversibles que más acostumbrados estamos a ver. Un color liso por dentro y un estampado por fuera, puede que uno de los lados sea impermeable y el otro suave algodón. El caso es que los niños puedan disfrutar de una tarde lluviosa sin preocuparse de si se mancha o se moja, que aquí hemos venido a jugar.
Imaginación por aquí y creatividad sostenible por acá
Cuando creemos que hemos comprado el mejor juguete con todo su poderío pedagógico, su capacidad de potenciar la creatividad y la motricidad de un bebé y nos damos cuenta de que con lo que más juega es con el cordón de un zapato. Toma meme. Los niños juegan con lo que tienen más a mano, o a manga.
Hemos descubierto alguna marca, como la de UBANG, que presume con razón de ofrecer ropa creativa y sostenible. Tienen ropa reversible para niños, pero brillan por tener prendas que incluyen algo para jugar, como bolsillos que forman parte de un animal, como la trompa de un elefante o un bolsillito debajo de la mano de un gorila que contiene una tira de la que cuelga un plátano.
La mayoría de las marcas que ofrecen prendas reversibles para niños se muestran muy implicadas con la protección del medio ambiente, la sostenibilidad, las fibras de algodón orgánico libres de tóxicos y el mercado justo. Tukutuno y Frugi, nos ha encantado que recalquen tener certificación GOTS en toda su ropa. Mira bien la etiqueta de la ropa que compras para tu bebé.
La elección de los materiales que uses para vestir a tu hijo es importante, para cuidar su piel, evitar alergias y apoyar el comercio justo para que, cuando ya le esté muy pequeño el peto reversible, pueda disfrutar de un planeta mejor en todos los sentidos.