Zapatos para bebé: etapas y materiales

zapatos

Cuando hablamos de bebés, el zapato en sí pasa a ser más que una prenda o un complemento, y tiene que ser ante todo confortable. Comprar unos zapatos para bebé es algo muy apetecible, pero tiene sus requisitos y etapas. Te hablamos de los detalles a tener en cuenta según la edad del bebé y el tipo de zapato que necesitan los pies más besuqueados de la casa.

Hay modelos marcas y colores para todos los gustos y bolsillos. Repasaremos sus diferentes formas y funciones según el modelo. Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta son los materiales con los que está hecho el calzado infantil, sin olvidar las piezas que pueden llegar a componerlo.

Ahora bien, la verdadera cuestión es: ¿cómo eliges un zapato para un niño que o aún no sabe andar o que sí sabe y crece como un champiñón de rápido? Pues tiene su miga, en efecto. Así que sigue leyendo para arrojar un poco de luz sobre el zapato que o no toca el suelo o lo va a tocar por primera vez.

Mi bebé tiene dos meses, pero mira qué monería de zapatillas

Nos podemos enamorar de unos zapatos y el simple hecho de ser pequeños les añade atractivo. Cuando ves un par de zapatos para bebé, tan minúsculos, tricotados o de cuero, tiendes a querer llevártelos a casa tengas bebés o no. Son como esos gatetes haciendo ojitos de los memes, los quieres porque son así de tiernos y preciosos.

Tú lo has visto claro, ese par de botitas van de maravilla con el peto que le regaló la abuela al diminuto recién llegado a la familia, ese con lazos de raso en los hombros. ¡Pues ni un minuto puestos! Los zapatos para bebés recién nacidos son tan hermosos como volátiles. Tienes que ser rápido si quieres hacer una foto a tu bebé con ambos zapatos puestos. Y es que mueven una pierna y adiós zapato.

Es una realidad que se pueden comprar, hasta hacerse con una colección, zapatos o zapatillas para bebés. Pero sabemos a ciencia cierta que no van a usar para su cometido principal, que es el de andar con ellos. Aquí ocupan un lugar especial las zapatillas de deporte de marcas famosas, que son capaces de hacer unas deportivas de la talla 50 para Pau Gasol y unos patucos idénticos que se pueden perder en la palma de tu mano.

 

Zapatos preandantes: para proteger del frío y las rozaduras

Pues la verdad es que un niño, por muy bebé que sea, necesita zapatos. Cuando empieza a gatear con más razón, y ya de cierta calidad. Vale que en la cuna o en el carricoche, cuando aún ni van sentados es un detalle, pero es una necesidad en materia de abrigo: los llaman “zapatos preandantes”.

Los pies se enfrían. O, aunque solo sea por no escuchar a las abuelas con sus consejos taladradores, ¡ponles zapatos! ¿Cuáles elegir? Cuida que aíslen del frío y la humedad y que no ajusten tanto como para hacerles marca (ni que vayan tan sueltos como para que los pierda, no exageremos). Recuerda que ellos no sabrán decirte que su llanto viene de que has apretado mucho el cierre…

Los zapatos tienen que ir bien sujetos, como hemos dicho. Pero ten en cuenta a efectos de talla que, en general, no deberían faltar unos calcetines para evitar rozaduras. Los bebés mueven constantemente los pies, los frotan entre sí. Por eso, como cierres mejor botones o lazos, pues las hebillas metálicas pueden hacer verdaderas escabechinas en esa piel tan delicada.

Zapatos bebe

Cambio de etapa, cambio de calzado

Igual que nosotros usamos un tipo de calzado para cada actividad, los bebés necesitan un zapato adecuado a cada fase de su crecimiento y desarrollo de su capacidad de andar. Un recién nacido necesita abrigo y protección, pero que le deje mover los deditos. Hablamos de zapatos para bebé sin suelao patucos, en tallas a partir de la quince.

Cuando empiece a gatear habrá que cuidar su empeine y su tobillo, que son las partes que harán contacto con el suelo; y cuando empiece a agarrarse a muebles para por fin levantarse, cuidaremos el apoyo de la planta del pie. Es importante elegir unos zapatos que les den estabilidad, que no resbalen y que sean lo suficientemente flexibles para facilitar una pisada natural y correcta: queremos evitar malformaciones o torceduras.

También evitaremos problemas con la piel derivados de la transpirabilidad de los materiales del zapato. ¡Ah! Y nada de piezas que puedan soltarse, pues pueden llevárselos a la boca y tragárselas. Luego, ya dependiendo de la genética del pequeñajo, podremos llegar hasta la talla veinticuatro y la suela será ya más rígida y llevará puntera.

Materiales que no dejan huella

Que toda la huella que dejemos en el mundo sea útil y respetuosa con el medio. La elección de los materiales ha de ser cada vez más consciente y más sostenible. Estos pequeños que hoy calzan sus primeros patucos se merecen un planeta libre de polución y rico en naturaleza.

Los materiales estrella son el cuero, la lana y el algodón. Además, estos materiales se adaptarán a la forma de cada pie, pues todos son únicos, como las huellas dactilares. En caso de necesidad puedes añadirles unas plantillas, pero eso mejor que lo aconseje siempre un pediatra. Estos materiales evitan la humedad del pie y en consecuencia los hongos y demás problemas de la piel.

En verano usa zapato abierto, pero con buena sujeción, como unas sandalias con tiras de velcro y, en invierno, combina los zapatos para bebé con forros naturales y calcetines de algodón que no aprieten en exceso con gomas en los tobillos. Lo más importante es que no olvides nunca que hay que guiar bien esos primeros pasos, los zapatos ya sabes cómo elegirlos.

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